La capital de Vietnam es uno de los lugares imperdibles que hay que conocer si se viajar por primera vez al sudeste asiático. Hanoi ofrece una mezcla armoniosa de antiguas tradiciones vietnamitas con un estilo francés moderno.
Dentro de Hanoi, el visitante no puede perderse el casco antiguo, el Mausoleo de Ho Chi Ming, las pagodas y los más curiosos pueden incursionar en gastronomía exótica de serpientes, cocodrilos y hasta escorpiones. Recomendamos recorrer el barrio antiguo a pie o con una clásica motocicleta Vespa.
La Bahía de Ha-Long, ubicada a 3 horas al norte de Hanoi, es otro de los lugares de ensueño. Se puede conocer en el día pero lo más recomendable es hacer un crucero de una noche que se aborda aproximadamente a las 11 AM, incluye comidas y actividades como clases de Tai Chi, Kayak y la magia de experimentar la caída del sol o el amanecer.
Hay que tener en cuenta que la mejor época para ir es entre noviembre y abril aunque puede haber bruma que dificulte una visión completa de la imponente naturaleza. Se pueden hacer 2 o 3 noches pero con una 1, se cumple el objetivo.
A continuación, pueden alejarse de la gran ciudad y dirigirse hacia Mai Chau, un destino menos conocido pero ideal para recorrerlo de manera relajada, andar en bici y conocer la vida rural vietnamita. Desde acá, se puede ir hacia Ninh Binh, cuna de la cultura local. Emplazada en el delta del Rio Rojo, ofrece un rio serpenteante que se puede recorrer con una barca en medio de arrozales y colinas como testigos constantes.
Otro sitio interesante en los alrededores de Hanoi es Sapa a la que se llega en auto o tren. Se pueden realizar largar caminatas por las plantaciones de arroz y es un lugar donde el turista se va a encontrar con minorías étnicas y experimentar la forma de vida local.
En síntesis, Hanoi es imperdible para una visita en Vietnam pero los alrededores también entregan su magia.